La Historia del Jabón

Nadie sabe en qué momento las personas empezaron a usar jabón, aunque al parecer inicialmente lo hicieron para lavar ropa y utensilios, pero para el cuerpo jamás!

Los primeros datos acerca del uso de sustancias jabonosas se remontan a épocas muy anteriores a Cristo. Egipcios y otras culturas incluso más antiguas ya combinaban sustancias grasas con cenizas para la limpieza de telas y lanas.

La mayoría de los cronistas italianos refieren a la época romana el descubrimiento del jabón, cuando producto de los sacrificios de animales en las cercanías de algún río, se mezclaba la sangre, la grasa del lavado de las carnes y cueros y las cenizas de los fuegos rituales con el agua cristalina. Allí las mujeres, como siempre encargadas de lavar la ropa, notaron que al remojarla en el río en estas condiciones, quedaba considerablemente más limpia e incluso desodorizada, algo que en la época me imagino que se agradecía bastante... Por otro lado los franceses aseguran que fueron sus Druidas los que al juntar cenizas con pigmentos naturales y grasa de carnero para teñir ceremonialmente sus cabellos, en el enjuague notaban lo limpio, brillante y bien oliente que les quedaba, derivando ello en la creación del jabón. Más bien yo creo que inventaron el primer Koleston, pero sin amoniaco!

Otros dicen que incluso los Fenicios se dedicaron a comercializar esta sustancia ya preparada de cenizas y agua, seguramente con algo más, eso es la lejía, la poderosa sustancia alcalina (de PH muy alto) que al interactuar físicamente con las grasas y/o aceites produce un proceso químico al que llamamos saponificación, quedando todo transformado en jabón, de PH aceptable para la limpieza segura de nuestra piel.

Finalmente se supone que fueron realmente los Arabes quienes introdujeron en España a fines del siglo XI el jabón tal y como lo conocemos hoy, instalando sus fábricas en la calle Castilla en la ciudad de Sevilla. Luego fueron los Cristianos quienes adoptando la buena costumbre de bañarse, difundieron el uso y la fabricación del jabón por todo Europa: Marsella en Francia y Génova en Italia son los sitios de mayor auge en aquellas épocas. Más tardíamente se incorporan a la fiesta jabonil Inglaterra y Alemania.

Todo estaba tranquilo hasta que ocurrieron la primera y segunda guerras mundiales, los ingredientes escaseaban y tampoco había tiempo, ni tranquilidad para estar haciendo jabón. Tampoco era la idea andar todos sucios y tan mal olientes, así es que a alguien se le ocurrió inventar el detergente. Primero se usaban en mezclas con el jabón y luego ya lo sustituyeron completamente hasta el día de hoy. Ese jabón que usas en casa líquido o en pastillas no tiene nada de los de la antiguedad, es sólo detergente diseñado de esa forma para limpiar la piel, luego le quitan o le ponen otros químicos y ya te sirve para la ropa o la loza. No se puede negar que es mucho más económico, sin embargo, también es más contaminante y no es tan orgánico en relación a la piel.

En nuestro país Chile, me imagino que pasaron cosas parecidas, aunque aquí no habían Druidas ni nada de eso, de todas formas nuestros pueblos originarios usaban la grasa de los animales para humectarse, usaban la lejía de cenizas y lavaban en los ríos... Las mujeres Araucanas lucían un resplandeciente cabello negro lavado con corteza del quillay y las lanas de los tejidos se teñían y lavaban tal y como nos refiere el resto de la historia universal.